jueves, 23 de septiembre de 2021

En lo laboral, en lo estudiantil:

 Que seas "buenx" en algo no quiere decir que tengas que dedicarte eso

domingo, 22 de agosto de 2021

Chau capa

Que una persona te haya dicho que no,

que otra piense que no sos suficente,

que la de al lado no te valore ni vea especial,

que no te quiera por lo que sos.

Es una muestra pequeña, no te dejes intimidar por un número insignificante.

Que no te quiera no es sinónimo de odio. No es tan dramático.

No pierdas tiempo buscando satisfacer a otrx para sentirte bien. Que no sea tu misión. Es agotador y no es rentable.

Se me desintegra esa capa pesada, aburrida, agobiante.

lunes, 16 de agosto de 2021

La Cuestión

Practico el overthinking desde antes que existiera el concepto, desde la hamaca de huesos en la panza de mi madre. Ahí reside el mal del disco rayado mental, del loop de pensamientos que no se cansan de caminar. Por mucho tiempo me debatí internamente si debía ser quien soy de forma espontánea, casi sin filtro o si debía comportarme en función de lo que aspiraba ser. Encontraba un abismo entre ambas posturas y no tener esa regla definida ponía en riesgo mi estructura mental. 

En algún momento esa incógnita cedió, se flexibilizó. Y creo que se trata un poco de un área gris, de una mezcla de ser quien soy + quién quiero ser. No puedo matar mis instinstos pero no quiero olvidar la que creo que es mi mejor versión. Eso significa largar el autocontrol, decir lo que pienso, que no es el extremo de abrir la canilla a tope y alimentar sueños.

Si miro para atrás, me acuerdo cuando tenía 11 años, estaba con una amiga del colegio de vacaciones de verano. Nos encontramos con chico M, que ya conocíamos, en la calle. No sé qué fue lo que dije pero causó algún impacto desagradable en M, que se acercó a mi amiga y le dijo en secreto algo muy corto. Cuando se fue, le pregunté qué fue eso. No quiso decirme. Le insistí. Me dijo que no me iba a gustar, quise saber. "¿Cómo te la aguantás?". Me dolió, dudé de mi, de cómo me verían los demás. 

Con el diario de los trienti tengo otra mirada, por suerte. Hace unos años Lu me dijo: "No le puedo, no le podés gustar a todo el mundo. Y no tiene que ser un problema" 


jueves, 23 de enero de 2014

Fórmula ferpecta

Para evitar las ambiguedades y sentimientos chotos en la invitación a una "cita" creo que sería útil fijar una respuesta amable y algo correcta que apele a la practicidad. Es decir:

Situación a):X le propone a Y ir a comer un chori a la Costanera. Pero a Y no le interesa X y no sabe de qué forma buena onda decirle que no. Alentamos a Y que le diga que no si no tiene ganas, claro. En este caso, Y debería decir: "Gracias, pero no puedo".

Situación b):X le propone a Y ir a comer un chori a la Costanera. Y quiere pero no puede porque ya asumió otro compromiso en su abultada agenda. Y debería contestar: "No puedo, pero qué te parece el jueves?" 

Conclusión: Si la/el tipa/o no ofrece reprogramación TODOS deberíamos interpretar que no hay interés; como decían por ahí: cuando uno no quiere, dos no pueden

viernes, 22 de marzo de 2013

Deja vu

es el que tuve hoy cuando una amiga del laburo me comenta que salió con un chico hace unos días y le gustó mucho. Al pasar, como quien no quiere la cosa, agrega que al despedirse, él le dijo: "grosa, piba!" Por orden cronológico me acordé entonces del Licenciado en Humo y con MBA en bananas y posteriormente en el que me saludó una mañana diciéndome "Una masa, vos". Con el engrudo mental que hoy arrastro y sin llegar a la tragedia griega, estuve preguntándome el motivo de estas calificaciones que, para una persona mínimamente detallista no pasan por alto. Genia, capa, grosa, masa, piba.

No te pido que me bajes el firmamento ni que traigas a los Mariachis, pero, "grosa"? Ah, no. Ninguna conclusión. Después de debatirme si son pronunciadas para marcar distancia o tendencia, descarté la hipótesis y pensé que ya quedan pocos estrategas.

Mar adentro

Me jactaba de que los hormonas menstruales no me pegaban. Se ve que escupí para arriba y me bañé de manchas salpicadas, que ahora están en mi centro, entre la tráquea y el colon. Como si fueran petróleo viejo y usado, no se van. Espero ansiosa que su estadía sea breve y que el lunes, cuando finalice este proceso femenino, se despidan transformadas. Ni tanta mente calculadora puede combatir a las sensaciones y vibraciones de estos días. Incluso, quizás, sea mi cerebridad la causante de semejantes alergias emocionales. Todavía no sé si debo convivir con mi necesidad de controlar todo o si tengo que seguir esforzándome para desterrarla. El conflicto y la ecuación absurda es que, por cada neurona que se activa, "un mundo de sensaciones" se despierta. Ser quien uno es o ser quien uno quisiera ser. O las dos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Autoconvencimiento

Conozco a una chica que cree que todo aquel hombre del que ella se enamora y no le pasa cabida es manicero. Qué linda.