viernes, 22 de marzo de 2013

Deja vu

es el que tuve hoy cuando una amiga del laburo me comenta que salió con un chico hace unos días y le gustó mucho. Al pasar, como quien no quiere la cosa, agrega que al despedirse, él le dijo: "grosa, piba!" Por orden cronológico me acordé entonces del Licenciado en Humo y con MBA en bananas y posteriormente en el que me saludó una mañana diciéndome "Una masa, vos". Con el engrudo mental que hoy arrastro y sin llegar a la tragedia griega, estuve preguntándome el motivo de estas calificaciones que, para una persona mínimamente detallista no pasan por alto. Genia, capa, grosa, masa, piba.

No te pido que me bajes el firmamento ni que traigas a los Mariachis, pero, "grosa"? Ah, no. Ninguna conclusión. Después de debatirme si son pronunciadas para marcar distancia o tendencia, descarté la hipótesis y pensé que ya quedan pocos estrategas.

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